lunes, 28 de octubre de 2019

Pensamiento Mágico: El Paso Invisible hacia la Locura

pensamiento mágico olga tarotista

De los rituales a la locura

Solo hay un paso. La línea que separa el pensamiento mágico de la locura es apenas perceptible para quienes no están acostumbrados a tratar temas esotéricos. Sin embargo, son muchos los que realizan rituales de forma burda, confiando ciegamente en fuerzas superiores que, según su lógica, les proporcionarán lo que les falta y castigarán a quienes perciben como obstáculos en su vida.

Es este tipo de pensamiento mágico el que resulta realmente peligroso. Un comportamiento irreflexivo lleva al individuo a actuar sin asumir responsabilidades, intentando enmendar sus problemas a través de creencias absurdas.

"Si colocas dos velas negras en dirección al Orinoco, tu pesada vecina desaparecerá como si se esfumara en la niebla. Eso sí, no olvides pronunciar las palabras mágicas ‘puturrudefua’, todo junto y sin respirar. Luego, danzas a la luz de la luna y... voilà. El lunes, tu vecina… sigue estando en el mismo lugar."

Otra cosa es que, tras actuar de forma innoble con tu vecina, intentes justificarte con rituales absurdos. No solo evidencian tu maldad, sino que también dejan en claro el camino mental que has elegido al fiarlo todo al pensamiento mágico.

En la sociedad occidental, el pensamiento mágico es muchas veces la antesala de la locura. Al rechazar la lógica y la razón, la mente queda atrapada en una realidad paralela donde todo es posible, lo que puede derivar en delirios e incluso en una desconexión total con el mundo real. Este tipo de pensamiento infantiliza a las personas, devolviéndolas a un estado donde la fantasía predomina y no existe una separación clara entre el yo y el mundo exterior. Se rechaza la lógica y la razón en favor de una visión primitiva en la que los hechos no ocurren por simple causalidad, sino que son manipulados a voluntad mediante objetos y rituales. En estas circunstancias, las funciones cognitivas se ven mermadas, y quienes dependen de este pensamiento acaban mostrando un desapego con la realidad en todos los aspectos de su vida.

No me cansaré de repetirlo: el pensamiento mágico es un indicio de locura y debe tratarse con cautela. En situaciones desesperadas, es fácil aferrarse a cualquier objeto al que se le atribuyan propiedades sobrenaturales, pero la realidad es mucho más sencilla: la vida es causa y efecto. Si desatas una tormenta, no te sorprendas si luego llueve y te pilla al descubierto, sin paraguas.

Si atraviesas un momento difícil, la solución no está en los rituales ni en la magia. La única salida es encontrar respuestas reales. Porque, al final, la causa de tus problemas siempre eres tú mismo.